Retrato de la artista en su estudio, fotografia de Belén Cerviño.

Cristina Duclós

Buenos Aires, 0

Han transcurrido 40 años desde la Pintura de Retrato infantil y el paisaje naif que Cristina hacía en los años setenta, hoy, su obra ha alcanzado el cénit de su expresión luminosa, sin perder un ápice de poesía y personalidad. Si tuviéramos que hacer balance de la trayectoria de esta luchadora vitalista y amante de la belleza natural (a la que ha dedicado toda una vida, con el esmero y la observación del naturalista), diríamos que Duclós ha ido creciendo en lo creativo sin dejar de experimentar y sin estancarse.

Es de sobra conocida su faceta como retratista, sin embargo, la inquietud le ha llevado más allá, siendo sus últimos trabajos, en solitario, los que le han dado el empaque y la personalidad de la que actualmente disfruta. El manejo soberbio del color así como su capacidad de convertir lo decorativo en algo encantador y lleno de lirismo, son algunos de los sellos inconfundibles de un idealismo natural que despierta los sentidos.

<Pintura. El difícil mundo de la Escultura en bronce, a la que con valentía y arrojo se lazó hace más de una decada, es digno de encomio. El tema: un microcosmos agrandado hasta lo hiperbólico, donde la artista estudia la anatomía y el comportamiento de los insectos y las flores (tema al que regresa una y otra vez en su obra). El resultado son, hormigas que desfilan, abejorros, saltamontes y otros pequeños habitantes del jardín que ella traslada con maestría al ámbito de la obra de arte. Todo ello, son retos a todas luces exitosos, que guardan, sin duda, muchas sorpresas para seguir disfrutando de una artista con merecido renombre internacional>>. Amalia Garcia Rubípara InfoPunto, edición digital 2013.


Cristina Duclós
Retrato de la artista en su estudio, fotografia de Belén Cerviño.
  • Cristina Duclós
  • Buenos Aires, 0
  • Han transcurrido 40 años desde la Pintura de Retrato infantil y el paisaje naif que Cristina hacía en los años setenta, hoy, su obra ha alcanzado el cénit de su expresión luminosa, sin perder un ápice de poesía y personalidad. Si tuviéramos que hacer balance de la trayectoria de esta luchadora vitalista y amante de la belleza natural (a la que ha dedicado toda una vida, con el esmero y la observación del naturalista), diríamos que Duclós ha ido creciendo en lo creativo sin dejar de experimentar y sin estancarse.

    Es de sobra conocida su faceta como retratista, sin embargo, la inquietud le ha llevado más allá, siendo sus últimos trabajos, en solitario, los que le han dado el empaque y la personalidad de la que actualmente disfruta. El manejo soberbio del color así como su capacidad de convertir lo decorativo en algo encantador y lleno de lirismo, son algunos de los sellos inconfundibles de un idealismo natural que despierta los sentidos.

    <Pintura. El difícil mundo de la Escultura en bronce, a la que con valentía y arrojo se lazó hace más de una decada, es digno de encomio. El tema: un microcosmos agrandado hasta lo hiperbólico, donde la artista estudia la anatomía y el comportamiento de los insectos y las flores (tema al que regresa una y otra vez en su obra). El resultado son, hormigas que desfilan, abejorros, saltamontes y otros pequeños habitantes del jardín que ella traslada con maestría al ámbito de la obra de arte. Todo ello, son retos a todas luces exitosos, que guardan, sin duda, muchas sorpresas para seguir disfrutando de una artista con merecido renombre internacional>>. Amalia Garcia Rubípara InfoPunto, edición digital 2013.



Obra de Cristina Duclós

Precio
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Art Madrid 10º Aniversario, Ouka Leele

Gräphic 2017, Ouka Leele
El espejo de Venus tiene escamas, Ouka Leele

Mis invitados al banquete, Ouka Leele
Botánica Jimena, Ouka Leele

Edición de 75 numerada y firmada.


Mis invitados al banquete, Ouka Leele

Edición de 75, numerada y firmada.

Que se la llevaron!, Francisco de Goya y Lucientes

Perteneciente a la serie Caprichos(1792-1799), plancha nº8.
Consultar disponibilidad de colección completa de Caprichos.


Autorretrato, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la colección de Caprichos (1792-1799), siendo la lancha nº1

Asta su Abuelo., Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie: Caprichos(1792-1799), plancha nº39


Que valor!, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie: Los Desastres de la Guerra (1810-1815), plancha nº7.

Ya van desplumados, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la Caprichos (1792-1799), plancha nº20.


Lo que puede un Sastre!, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie Caprichos (1792-1799), plancha nº 52.

Bobalicón , Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la colección: Disparates (1816-1823), plancha nº4. Estampación de 1970 en la Calcografía Nacional.
Consultar disponibilidad de colección completa de Disparates.


El caballo raptor., Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie: Disparates (1816-1823), plancha nº10.
Estampación de 1970 en la Calcografía Nacional.

Subir y bajar, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie: Caprichos(1792-1799), plancha nº56.


Palenque de los moros hecho con burros para defenderse del toro embolado, Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie: Tauromaquia (1816), plancha nº17
Consultar disponibilidad de la edición completa.

Disparate pobre, Francisco de Goya y Lucientes

Disparates (1816-1823), plancha nº11. Estampación de 1970 en la Calcografía Nacional.

Consultar disponibilidad de colección completa de Disparates.


Tal para qual , Francisco de Goya y Lucientes

Pertenece a la serie Caprichos, plancha nº5.

   
P.V.P.*: 950 €

¿Está Vm...pues, Como digo...eh! Cuidado! si no!..., Francisco de Goya y Lucientes

Caprichos (1792-1799), plancha nº76.


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