Juan Genovés

Valencia, 1930

Pintor y artista gráfico español. Formado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, desde el inicio de su trayectoria fue un pintor inquieto y preocupado tanto por la necesidad de renovar el arte español como por la función del arte y el artista en la sociedad.

Su firme convicción sobre el arte transformador y comprometido con el entorno le llevó a formar parte de colectivos muy significativos en el panorama español de postguerra: Los Siete (1949), Grupo Parpalló (1956) y Hondo (1960).

En este último grupo, que supuso nuevos planteamientos figurativos frente al Informalismo, Genovés desarrolló una Pintura de carácter expresionista y provocador. En la década de los sesenta, tras una breve crisis pictórica y una relación profunda con los movimientos de oposición al régimen franquista, comenzó a plantear dos temas: el "individuo solo", resuelto inicialmente como un "Collage" en relieve, y la "multitud", tratado con tintas planas y estructuras plásticas de aspecto cinematográfico.

Esta última propuesta se concretará con el tiempo en un singular realismo político de fuerte denuncia social, confeccionado a partir de la manipulación de imágenes proporcionadas por los medios de comunicación de masas. En los años ochenta inició un nuevo periodo en el que se interesó por el paisaje urbano, reduciéndolo a una gama cromática de grises, azules y ocres que constituyen lo que se ha dado en llamar "espacios de la soledad".

Ha sido galardonado con la Mención de Honor (XXXIII Biennale de Venecia, 1966), la Medalla de Oro (VI Biennale Internazionale de San Marino, 1967), el Premio Marzotto Internazionale (1968), el Premio Nacional de Artes Plásticas (1984), el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana (2002) y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Ministerio de Cultura (2005).

Su obra más conocida probablemente sea El Abrazo 1976 (Pintura perteneciente a la colección del Museo Reina Sofia, Madrid), reproducida en cartel para Amnistira Internacional muy popular durante la transición española, que más tarde se convertiría en la Escultura El Abrazo, homenaje a los abogados muertos en Atocha.

En los años setenta, Genovés comenzó a desarrollar dos temáticas: el “individuo solo” y la “multitud”, trabajando con tintas planas y estructuras plásticas con una distintiva calidad cinemática. Eclipse y otras muchas Pinturas de esta exposición, entre las cuales destacan Configuración, Plataformas, y Fin de Trayecto, se relacionan con la exploración que hace Genovés de la multitud, donde el colectivo humano es arrastrado hacia algo más importante que el individuo, tanto hacia el abismo oscuro de Fin de trayecto, como hacia un círculo estrechamente tejido en Plataformas, donde los individuos son asumidos por una enorme espiral.

Estos cuadros representan vistas de pájaro de escenas donde no hay ni edificios, ni carreteras, ni árboles, ni ninguna pista que nos refiera a un paisaje común, creando así una intensa dinámica de ansiedad y desubicación.

El dinámico uso que hace Genovés de la línea y la perspectiva, en concordancia con un ojo muy preciso para la modulación y uso del color, está fuertemente casado con la convicción del artista de que el arte debería estar socialmente comprometido así como agradar emocionalmente, e incluso físicamente.

Obra de Juan Genovés

Juan Genovés
  • Juan Genovés
  • Valencia, 1930
  • Pintor y artista gráfico español. Formado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, desde el inicio de su trayectoria fue un pintor inquieto y preocupado tanto por la necesidad de renovar el arte español como por la función del arte y el artista en la sociedad.

    Su firme convicción sobre el arte transformador y comprometido con el entorno le llevó a formar parte de colectivos muy significativos en el panorama español de postguerra: Los Siete (1949), Grupo Parpalló (1956) y Hondo (1960).

    En este último grupo, que supuso nuevos planteamientos figurativos frente al Informalismo, Genovés desarrolló una Pintura de carácter expresionista y provocador. En la década de los sesenta, tras una breve crisis pictórica y una relación profunda con los movimientos de oposición al régimen franquista, comenzó a plantear dos temas: el "individuo solo", resuelto inicialmente como un "Collage" en relieve, y la "multitud", tratado con tintas planas y estructuras plásticas de aspecto cinematográfico.

    Esta última propuesta se concretará con el tiempo en un singular realismo político de fuerte denuncia social, confeccionado a partir de la manipulación de imágenes proporcionadas por los medios de comunicación de masas. En los años ochenta inició un nuevo periodo en el que se interesó por el paisaje urbano, reduciéndolo a una gama cromática de grises, azules y ocres que constituyen lo que se ha dado en llamar "espacios de la soledad".

    Ha sido galardonado con la Mención de Honor (XXXIII Biennale de Venecia, 1966), la Medalla de Oro (VI Biennale Internazionale de San Marino, 1967), el Premio Marzotto Internazionale (1968), el Premio Nacional de Artes Plásticas (1984), el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana (2002) y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Ministerio de Cultura (2005).

    Su obra más conocida probablemente sea El Abrazo 1976 (Pintura perteneciente a la colección del Museo Reina Sofia, Madrid), reproducida en cartel para Amnistira Internacional muy popular durante la transición española, que más tarde se convertiría en la Escultura El Abrazo, homenaje a los abogados muertos en Atocha.

    En los años setenta, Genovés comenzó a desarrollar dos temáticas: el “individuo solo” y la “multitud”, trabajando con tintas planas y estructuras plásticas con una distintiva calidad cinemática. Eclipse y otras muchas Pinturas de esta exposición, entre las cuales destacan Configuración, Plataformas, y Fin de Trayecto, se relacionan con la exploración que hace Genovés de la multitud, donde el colectivo humano es arrastrado hacia algo más importante que el individuo, tanto hacia el abismo oscuro de Fin de trayecto, como hacia un círculo estrechamente tejido en Plataformas, donde los individuos son asumidos por una enorme espiral.

    Estos cuadros representan vistas de pájaro de escenas donde no hay ni edificios, ni carreteras, ni árboles, ni ninguna pista que nos refiera a un paisaje común, creando así una intensa dinámica de ansiedad y desubicación.

    El dinámico uso que hace Genovés de la línea y la perspectiva, en concordancia con un ojo muy preciso para la modulación y uso del color, está fuertemente casado con la convicción del artista de que el arte debería estar socialmente comprometido así como agradar emocionalmente, e incluso físicamente.



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